En este articulo quiero compartir mi experiencia de como empezó la idea de conocer y estudiar masaje tailandés; hace tres años que paso temporadas en Tailandia, y la primera experiencia que tuve con el masaje tailandés en el 2006 no fué demasiado buena. Me encontraba alojada en un hotel de Bangkok y justo a la salida del hotel habia un centro de masajes, y me decidí por hacerme un masaje tailandés de pies, si tengo que decir mi primera impresión, pues no me gustó nada. Mientras me hacian el masaje tenia que repetir a la chica que fuera mas despacio porque me estaba haciendo daño, ella o no me entendió o yo no supe explicarme, peró la questión es que salí bastante decepcionada; le expliqué el caso a una amiga tailandesa y me comentó que seguramente el sitio no fué el adecuado.
Al cabo de unos dias me llevó a un centro, a las afueras de Bangkok, donde se dan sesiones de masaje tradicional tailandés; me atendío un chico que muy amablemente me hizo pasar a una habitación en la que había un futon en el que me estiré boca arriba. Al cabo de unos segundos el terapeuta recitó una plegaria y empezó la sesión. No recuerdo concretamente como procedió, pero recuerdo exactamente el trabajo de presión y movilizacion, ejercido en mi cuerpo, mientras se desarrollaba el masaje mi cuerpo se volvía mas elástico, y mi mente se calmaba poco a poco; es difícil describir lo que sucedió aquel día, peró aparte del gran alivio que noté tanto a nivel físico como a nivel mental, supe que algo había cambiado; entendí desde aquel instante que recibir una buena sesión de masaje es una gran bendición. A partir de aquel instante supe que el masaje tailandés, iba mas allá del mero echo de practicar masaje; en Tailandia el masaje es un estilo de vida, un conocimiento que se transmite de padres a hijos y un legado que dejaron los antepasados; por lo tanto en la práctica del mismo hay un componente espiritual, que lo convierte casi en un ritual y por que no, en una medicina para el cuerpo y el alma. Por todo esto, decidí adentrarme en esta fascinante práctica, realizando mi formación en diversas escuelas de Chiang Mai, y puedo decir que ha sido una de las experiencias mas gratificantes de mi vida.
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